La ciudad de Zamora se apresta a experimentar una Semana Santa con un tiempo predominantemente amable, a pesar de la típica incertidumbre que suele acompañar a las previsiones del tiempo en primavera. De acuerdo con datos suministrados por la Agencia Estatal de Meteorología, la arrancada de esta época crucial para los zamoranos se verá libre de precipitaciones, brindando a locales y foráneos temperaturas que se moverán en la franja de los 2 a 3 grados durante las mañanas de jueves (Traslado del Nazareno) y viernes (Espíritu Santo), para luego dar paso a unas tardes más templadas, con máximas que rondarán los 15 a 17 grados.
Conforme nos adentramos en la semana, fuentes no oficiales anticipan un suave ascenso térmico hacia el fin de semana, previendo un cielo entre nublado y despejado pero sin alertas de lluvia. Este patrón se mantendrá el Lunes Santo y Martes Santo, días en los que se proyecta un cielo más nublado y un leve aumento en el mercurio.
No obstante, es desde el Jueves Santo y el Viernes Santo cuando las lluvias podrían hacer acto de presencia, aunque sin previsión de que estas sean abundantes. Este potencial cambio meteorológico representa un elemento a considerar para quienes tienen en agenda participar en las tradicionales procesiones y eventos al aire libre de esta festividad.
La variabilidad es una constante en la meteorología de primavera, razón por la cual, pese a las proyecciones inicialmente optimistas de tiempo seco y cálido, desde la Agencia Estatal de Meteorología y otros entes se recomienda mantenerse al tanto de las actualizaciones futuras. Esto permitirá adaptar los planes exteriores a las últimas condiciones atmosféricas.
En definitiva, la Semana Santa zamorana se perfila como una ocasión idónea para deleitarse con el patrimonio cultural y espiritual de la región, siempre y cuando no se deje de lado la cautela ante los caprichos del clima primaveral.
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