Paco Guarido fue reelegido el pasado mes de mayo como alcalde de Zamora para su tercer mandato consecutivo. Aunque ha perdido la mayoría absoluta de los últimos cuatro años, mantiene 10 concejales, que junto con los 3 del PSOE, le permiten continuar en el cargo. Zamora se destaca como una “aldea gala” en España, así como en su propia provincia, donde el PP ha obtenido una vez más una arrolladora mayoría absoluta en la Diputación.
En contraposición a lo que ocurrió en las elecciones generales a nivel provincial, el Partido Popular obtuvo una clara victoria en Zamora, recuperando su habitual botín de dos de los tres escaños en juego. El otro escaño fue para el PSOE, que resistió con un porcentaje de votos muy similar al de las elecciones de 2019, teniendo una jornada tranquila desde la perspectiva provincial. Por otro lado, la formación de Vox resultó ser la gran penalizada de la noche, ya que defendían un puesto, pero nunca tuvieron oportunidad de mantenerlo debido al fuerte impulso del PP. Para garantizar la continuidad de Pedro Requejo en el hemiciclo, la formación de Santiago Abascal tendría que haber obtenido casi 10,000 votos adicionales.
“La mayoría de la gente que vota a Guarido, no lo hace pensando en Izquierda Unida”, comenta un tendero del centro. “Guarido lleva toda la vida en el Ayuntamiento y, otra cosa no, pero él da la imagen, porque la tiene, de que es legal y honesto, y eso no se encuentra fácilmente en política”, añade.
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