Un zamorano ha expresado su frustración y descontento con la tienda de muebles “Rapimueble” tras una experiencia negativa relacionada con la compra de un sofá. En julio del año pasado, el cliente realizó una compra en la tienda física de Rapimueble en Benavente. Durante la transacción, se acordó almacenar el sofá en las instalaciones de la tienda hasta que se estableciera una fecha de entrega conveniente.
Sin embargo, según el afectado, a pesar de que en noviembre se les informó sobre la necesidad de entregar el sofá y que se ofreció el servicio de reparto en el momento de la compra, ha pasado más de un mes sin recibir el producto. Esta situación ha generado, en palabras del cliente, “daños y perjuicios” debido a la falta de cumplimiento del acuerdo y a lo que describe como un servicio inexistente.
El vecino, claramente indignado, acusa a Rapimueble de evadir su responsabilidad y de proporcionar respuestas evasivas ante sus repetidas solicitudes de entrega. “Estamos pagando un SERVICIO INEXISTENTE,” enfatiza el cliente, quien advierte que si la situación no se resuelve pronto, considerará tomar medidas legales.
El afectado concluye su declaración con una nota de desesperación y acusación: “Esto es una estafa”, afirmando su intención de perseguir una solución y expresando su deseo de finalmente recibir el sofá que compró.
Este caso pone de relieve las dificultades que pueden enfrentar los consumidores al tratar con servicios de entrega de muebles y la importancia de que las empresas mantengan sus compromisos con los clientes para evitar disputas y dañar su reputación.
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