La Junta de Castilla y León se encuentra en la fase final de redacción de una orden para declarar la emergencia cinegética debido al riesgo de tuberculosis bovina en 253 municipios, de los cuales 144 pertenecen a la provincia de Salamanca, representando el 56% del total. Estos municipios se encuentran en cinco unidades veterinarias, incluyendo Béjar, La Fuente de San Esteban, Ciudad Rodrigo, Vitigudino y Tamames. Aunque estas unidades tienen altos riesgos de tuberculosis bovina, otras zonas también afectadas, como Lumbrales, Guijuelo y Ledesma, no se incluyen en la declaración de emergencia.
Medidas para controlar la población de jabalíes
Una vez que se declare la emergencia cinegética, se implementarán una serie de medidas destinadas a reducir la población de jabalíes. Estas medidas incluyen el aumento del cupo de monterías y ganchos de caza, permitiendo hasta 39 personas en puntos fijos sin límite de perros, el uso de visores nocturnos y la posibilidad de que el titular cinegético realice controles poblacionales en caso de agotar el cupo de caza aprobado, sin necesidad de una respuesta previa de la Administración.
Plazos y duración de la emergencia cinegética
Después de una revisión interna y un período de información pública, el documento pasará por audiencias y se considerarán las posibles alegaciones antes de ser presentado a las diferentes consejerías. El plazo de la emergencia cinegética dependerá de la duración del proceso y se espera que aborde no solo el problema del jabalí, sino también otras especies que puedan requerir medidas similares.
Plan de gestión del jabalí
Además de la emergencia cinegética, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León está elaborando un plan de gestión del jabalí que afectará a todos los municipios de la comunidad. Este plan permitirá la caza del jabalí durante todo el año, con excepción del mes de marzo, y contempla el uso de visores nocturnos y la posibilidad de proporcionar alimentación suplementaria.
“A través de medidas adecuadas y un enfoque coordinado, podemos preservar el equilibrio entre la vida silvestre y la convivencia humana, ofreciendo soluciones efectivas para los desafíos que enfrentamos en nuestra relación con la naturaleza.”
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